La Mujer Detrás de MAHG

MAHG nació de un viaje — uno que comenzó mucho antes de que la marca existiera.

La História de Mi Piel

Primer año de secundaria, noté que empezaban a aparecer manchas en mi piel.

Nací en Boston, Massachusetts, y me crié en los vibrantes vecindarios de Roxbury y luego en Hyde Park.Una verdadera millennial — sí, más vieja que Facebook (¡auch, lo sé 🤣!) — crecí en un mundo que estaba en constante evolución.

Mi familia emigró del Caribe a los Estados Unidos en busca de oportunidades, con la resiliencia cosida en cada paso que dieron.

a woman's hand with a lot of cream on it
a woman's hand with a lot of cream on it

Fue algo gradual, confuso, y eventualmente diagnosticado como vitiligo. Ese momento lo cambió todo. Pero en lugar de dejar que me definiera, dejé que me refinara.

Desde entonces, la vida ha sido salvaje, hermosa e impredecible — y no cambiaría nada. Porque ese viaje me trajo hasta aquí. A MAHG.

Toda la Gloria a Dios

Nada de esto sería posible sin la gracia de Dios. Doy toda la gloria a Jesucristo, al Espíritu Santo y al Padre celestial por guiar cada paso de este camino. MAHG es más que una marca — es un testimonio. Un recordatorio de que cuando caminas con propósito, fe y paciencia, todo se alinea en Su tiempo perfecto. — Proverbios 31:25

Por Qué Existe MAHG

MAHG no es solo una marca de cosméticos — es un movimiento. Una mentalidad. Un mensaje.

Creemos que el lujo no se trata de joyas, brillo o glamour. Se trata de simplicidad, autenticidad e intención. Estábamos cansadas de gastar dinero en productos “limpios”, “naturales” o “para piel sensible” que venían con precios de lujo pero no ofrecían resultados de lujo.

No nos malinterpretes — si algo lo vale, lo pagamos. Pero muy a menudo, las marcas se enfocan en la cantidad en lugar de la calidad, lanzando colecciones sin fin antes de que siquiera tengamos tiempo de disfrutar lo anterior. Como… ¿¡puedo respirar primero!?

Por eso comencé MAHG en 2020. Mientras el mundo se apresuraba a lanzar negocios, yo decidí ir más despacio. Investigué. Formulé. Probé. Fracasé. Lo intenté de nuevo. Y ahora, me enorgullece decir que MAHG se basa en una fundación de transparencia, no solo honestidad — y calidad, no solo cantidad.